Juan de Matta García

Juan de Matta no es un novel narrador; ya nos ha dado la voluminosa novela de rasgos autobiográficos Un ser inadecuado. Ahora trae al ámbito de la narrativa puertorriqueña el tema del hipismo en el que Jaime L. Marzán (Equus Rex) y Juan Antonio Ramos (El jockey) han incursionado. Con Caroba la figura del caballo adquiere una humanidad nunca antes vista. El animal es protagonista, tanto como lo son los demás personajes que le cuidan y le son dueños. El animal tiene una presencia indudable que Juan de Matta le otorga con su ingenio narrativo. No está exenta de humor esta novela, y habrá de ser gustada por los amantes del deporte, pero también por aquellos que poco conozcan de este. Caroba es una novela que trae un personaje de la dimensión que ocupa en nuestra literatura El josco de Abelardo Díaz Alfaro.

- Reynaldo Marcos Padua

Caroba

Esta preocupación por lo rural y lo político como nicho identitario que domina la obra de Juan de Matta, puede parecer una anomalía cuando se le mira desde el territorio de una narrativa dominada por la temática urbana real o virtual, y que ha invisibilizado los trazos de un campo que imagina moribundo. Pero lo cierto es que un fenómeno análogo de ruralización del lenguaje ocurrió en la narrativa de la vieja y desmembrada Unión Soviética, luego de la muerte por mucho tiempo prescripta del Socialismo Real. En aquel contexto, la novela rusa de tema campesino se hizo de un espacio que el sueño del comunismo industrial y urbanofílico, había reprimido. Claro, la diferencia radica en que en la Unión Soviética, a pesar del Bolchevismo Moscovita, el campesinado y sus tradiciones constituían una realidad más palpable que en Puerto Rico hoy. El Comunismo veía en aquel mundo adversario la meta de la disolución de la propiedad privada. Mientras en Puerto Rico, el campo y sus signos seguían siendo para muchos una esperanza de recuperación de la Identidad conculcada. Ahora me atrevo sostener que la obra de Juan de Matta no es una anomalía: es un esfuerzo político legítimo, que plantea un proyecto concreto. - Mario R. Cancel Sepúlveda, Escritor e historiador

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Un ser inadecuado

El trabajo narrativo es de una exquisitez inaudita que juega con el diálogo socrático, con anécdota cruda, el vuelo filosófico y sicológico, la broma y el chiste, el comentario político o social y los distaciados elementos autobiográficos, en lo cual el poeta Juan de Matta exorcisa aquellos demonios de que habla siempre Vargas Llosa.  En la obra, combina la narrativa dentro del dialogismo y mantiene interés por la sinceridad de sus planteamientos sobre la humanidad, la vida, el mundo, las relaciones de pareja, la religión, la sociedad, por los tiempos evocados con juegos del lenguaje y agudo humor y por la actitud de eclecticismo genial con que parece no tomarse en serio con la más absoluta seriedad. -Reynaldo Marcos Padua, PhD.